Hay un dilema que aparece en forma recurrente en nuestro trabajo. Al momento de elegir los contenidos de nuestros escritos legales y nos pasa también con el diseño de este newsletter, se nos abren tantas opciones que nos sentimos abrumadas. ¿Cuál es la mejor idea? ¿Cuál de todos los contenidos que se nos presentan es la mejor elección?
El aumento exponencial de muy buenos trabajos de análisis legal y el acceso fácil e inmediato a la información, hace que la decisión de qué leer, la selección de cuáles son los mejores contenidos para un escrito, sea un enorme desafío que requiere nuevas habilidades y hasta favorece la creación de nuevos roles.
Ya no basta con acudir a una biblioteca, con conocer a los referentes en una materia, o mantener la suscripción a un grupo de publicaciones o plataformas especializadas. Necesitamos volvernos intermediarios entre la gran cantidad de información y aquella porción que nos resulta relevante para nuestras necesidades. Tal vez tengamos que desarrollar la habilidad de ser “curadores” en nuestro trabajo como abogados.
En el mundo del arte, el curador es una persona que selecciona piezas y objetos que van a ser parte de una exposición. El curador crea una historia entre las obras. Las conecta y les da sentido. Logra algo mucho más grande que cada una de las obras individuales.
En el mundo del derecho, curar contenidos exige un conocimiento especializado para poder validarlos; sentido crítico para distinguir lo relevante y lo que no lo es, y capacidad de análisis y de síntesis para organizarlo.
Por supuesto que en forma previa hay un proceso de investigación, búsqueda y recopilación en el que la tecnología, la inteligencia artificial, los algoritmos prestan una ayuda innegable. Pero para ser verdaderos curadores se requieren también habilidades humanas. Para determinar a qué necesidades o intereses de nuestra audiencia o lectores queremos llegar. Para conectar y dar sentido a la información que seleccionamos. Para conmover al crear la historia que entreteje los datos que tomamos.
Mientras escribimos esto recordamos una afirmación de Yuval Noah Harari en Homo Sapiens: “En tiempos antiguos, tener poder significaba tener acceso a datos. Hoy en día, tener poder significa saber qué obviar.”
¿Qué tenemos que hacer para convertirnos en curadores de nuestro trabajo legal?
Un camino posible podría ser no distraernos ni dejarnos avasallar por el bombardeo de información irrelevante y preguntarnos ¿A qué prestar atención?