Tijeras, cartones, legos, hojas A 4 verdes, rosas y amarillas, con todo esto nos encontramos en los talleres en los que participamos esta semana. El terror nos apareció cuando nos dijeron que teníamos que poner manos a la obra y construir en grupo un ¨prototipo¨. Al desafío inicial se le sumaba una competencia posterior con puntaje. No había título ni posgrado. Lo que valía era el aporte que cada uno pudiera sumar.
Cada equipo tenía un número muy limitado de objetos para armar su modelo. ¡Y salieron cosas espectaculares! Ante nuestra sorpresa, lo más difícil no fue el armado del prototipo, sino la comunicación entre los participantes del grupo y encontrar la forma de trabajar juntos. Estaban los muy comprometidos, los competitivos; los que quieren hacerlo todo y no dejan espacio al resto para aportar; los que guardan silencio y no participan. Apareció el tema de quién decide lo que hace cada uno y cuántos aceptan esa decisión. Quedó expuesto el buen o mal humor de las personas. Lo que a alguien le sale fácil y lo que a otro le cuesta. El ego.
Les contamos algunos aprendizajes que sacamos de esta experiencia:
- ¡Cuánto seduce y aporta un ego controlado!
- Hay que arreglarse con lo que tenés para crear.
- Mejor es evitar la adrenalina de discusiones inútiles.
- La clave de colaborar es disponerse a ayudar primero.
- Encontrar tu lugar lleva un tiempo. Paciencia.
¿Quieren saber cómo nos fue en la competencia? Con poco tiempo para desarrollar el prototipo, no se podía cumplir con todas las consignas. Había que decidir con qué cumplir y con qué no. Elegimos con nuestros mejores criterios, pero omitimos el que era clave: ¡el puntaje de cada consigna! Estaba ahí y no lo vimos. Nos fue mal.
Nos cacheteó un último aprendizaje. Un gran aprendizaje: ¡Cuesta ver lo evidente cuando estás concentrado en otra cosa!
Los científicos lo llaman ¨ceguera por falta de atención¨. A veces cuando estamos dedicados a una tarea exigente puede pasar que estímulos muy llamativos pasen desapercibidos. Es como si tuviéramos puestas anteojeras. Este fenómeno es conocido por el famoso estudio de Simons y Chabris, dos psicólogos que presentaron un video, en el que se observa un juego de pases de pelota. Mientras las personas registran la cantidad de pases, un humano disfrazado de gorila se pasea por el centro del juego sin ser visto por la mayoría de los observadores. Simplemente no lo ven. Nos quedamos conversando entre nosotras y preguntándonos ¿Cuáles son las cosas obvias que aparecen en nuestro trabajo y en nuestra vida, y que sin embargo no vemos, por estar concentrados en otra cosa?
“Observa la luz y admira su belleza. Cerrad los ojos y mirad: lo que habéis visto ya no existe, y lo que veréis no existe todavía”
Leonardo Da Vinci.