Con motivo del día del amigo, vimos la entrevista televisiva que le hicieron en 1960 a Orson Welles donde le preguntaron:
“Bernard Braden: Está es una pregunta impertinente, quería preguntarle si alguna vez contrató a un amigo en lugar de la persona adecuada para un papel.
Orson Welles: Frecuentemente.
BB: ¿Lo lamentó?
OW: Frecuentemente.
BB: ¿Volvería hacerlo?
OW: Sí, porque no considero que el arte sea lo más importante,…….Sin duda la amistad es más importante que mi arte.”
Todos sabemos que la experiencia de la amistad es de las cosas más lindas que nos pueden pasar en la vida. En tiempos en que tenemos que enfrentarnos a niveles enormes de incertidumbre, y donde necesitamos familiarizarnos con situaciones nuevas, un amigo cerca puede resultar clave para mantener nuestro equilibrio mental. Parece que Orson no estaba tan equivocado…
“Los amigos se establecen por afinidades humanas. O sea que los escritores son mis amigos no por ser escritores o intelectuales, sino por esa conexión especial que uno siente respecto al otro.” (Gabriel García Márquez).
Cómo describir esa conexión especial. ¿Cuánto impacta en nuestra vida cuando la experimentamos? Uno imagina el trabajo del escritor como de gran soledad. Él o ella, con las musas, la inspiración, su creatividad. Sin embargo, cuando ahondamos, descubrimos miles de interacciones previas que permiten llegar a la obra terminada.
García Márquez confesaba tener un sistema agotador con sus amigos, a los que contaba una y otra vez lo que estaba escribiendo, para tomar sus reacciones e ir encontrando terrenos firmes o flojos, y orientarse en la oscuridad.
Cortázar que alentaba a Alejandra Pizarnik y le recordaba: “el poder poético es tuyo, lo sabés, lo sabemos todos los que te leemos” a la par que le reclamaba enfáticamente: ”yo te quiero viva, burra, y date cuenta que te estoy hablando del lenguaje mismo del cariño y la confianza”.
Pigna, para quien un circuito de amigos es una red que sostiene al que escribe, reconoce en José Saer el don de la amistad y señala que la amistad es uno de los núcleos centrales de su narrativa.
Si desmenuzamos con detalle cómo construir confianza en nuestro rol de abogados, vamos a encontrar que lo que la ha propiciado y asegurado a lo largo del tiempo, es la calidad de afinidades e interacciones humanas verdaderas.
Estamos cada vez más ávidas por descubrir con quiénes tenemos esas afinidades humanas o conexión especial a las que se refería Gabo. Y ampliar y descubrir esa red que no sólo sostiene a los escritores y a los artistas, sino que también nos sostiene a nosotros los abogados y abogadas.