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Published on: Las conversaciones de la semana

La bahía más hermosa del mundo

Nos fuimos a Puerto Madryn a conocer a las Ballenas Francas. ¡Una experiencia espectacular! La elegimos como festejo de cumpleaños. Solo fue llegar y encontrarnos con el color del agua, un azul intenso, que marida perfecto con la bella costa árida patagónica. ¡Casi gritamos de emoción cuando vimos que desde la ventana del hotel, había decenas de ballenas divirtiéndose en el agua!
Al día siguiente salimos al avistaje. Descubrimos un universo de confianza. Las personas confían en que ese animal de más de 15 metros de largo, no volteará el barco de avistaje, más bien pequeño, como el “Pequod” de Moby Dick, la novela infinita, como la calificó Borges. Ellas, las majestuosas ballenas, se acercan confiadas en que no se les hará daño. Nada más superador del relato de Melville.

Ellas nos buscan, migran, vuelven, permanecen, se exponen, conviven. Relacionamos ese espacio con los ámbitos de trabajo y la affectio societatis. En esa voluntad de unión con vocación de permanencia, y en la predisposición de actuar en forma coordinada postergando intereses personales en aras del beneficio común (dirán los académicos). Es mucho más que una voluntad de acuerdo o consenso. Aparece en forma inevitable un elemento que debe permanecer: la confianza.

 

Alguien nos dijo una vez, que la confianza es lo que se tiene cuando se siente la tranquilidad de que el otro nunca te hará daño aun sabiendo que puede hacerlo. Es difícil explicar racionalmente lo que se siente cuando formamos parte de espacios de confianza. Como nos pasa con el amor, lo sabemos. Un lugar seguro para nosotros. Un verdadero tesoro a cuidar.

 

Las ballenas vuelven todos los años a la Bahía de Puerto Madryn, una de las bahías más bellas del mundo. Esas aguas tranquilas, las reciben y las contienen. Las relaciones laborales discurren en contextos parecidos al mar. Ese “mar inmenso, el océano mar, que corre infinito más allá de toda mirada, el desmesurado mar omnipotente” “El mar…, exageradamente hermoso, terriblemente fuerte -inhumano y enemigo- maravilloso… [con] colores distintos, olores jamás sentidos, sonidos desconocidos..” (Alessandro Baricco, Océano mar).

En la inmensidad del mar, las ballenas encontraron su bahía, su espacio de confianza. Nosotras nos quedamos pensando ¿Cuáles son las bahías de nuestro trabajo y de nuestra vida? El lugar que nos haga permanecer para construir espacios desafiantes, tranquilos, diversos y exageradamente hermosos.

 

Les compartimos un video personal, no profesional. Así las vimos, así nos conquistaron…

La bahia más hermosa del mundo 

Un camino posible podría ser no distraernos ni dejarnos avasallar por el bombardeo de información irrelevante y preguntarnos ¿A qué prestar atención?