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Published on: Las Iusperanzas de Henoch Aguiar

Para que florezcan mil rosas

¨Tantas veces pequeños cambios pueden iluminar nuestra vida cotidiana. En Iusperanzas anteriores imaginamos cómo favorecer el encuentro entre niños y abuelos, acallar los ruidos urbanos, instalar el arte en edificios públicos, o incluir barrios marginados, como en Medellín.

Pero otras veces afloran con toda su crudeza plagas sociales. Que no se resuelven de una vez. Que requieren muchas iniciativas en conjunto, una firme voluntad de todos para combatirlas con inteligencia, firmeza y eficacia. Hablo del narcotráfico, que manifiesta hoy todo su poder destructivo y su sed de mal.

La primera Iusperanza frente a esta realidad ominosa, que pesa en el alma, es justamente mantener viva e imaginativa la Iusperanza. Es desechar la sensación de impotencia, no bajar los brazos y pensar que estamos ante un imparable descenso por las cuestas fangosas del infierno. No es así.

Podemos abordar estos temas con talante positivo. Aprendamos del jardinero. Es bello cultivar rosas, símbolo del encuentro amoroso, de toda belleza. Para que florezcan y las disfrutemos, día a día el solícito jardinero lucha contra pulgones, bacterias y hongos que las atacan. Los jardineros desmalezan y cultivan con igual alegría.

En Rosario el narco mostró su peor cara de violencia, intimidación e impunidad. Ante ello, el Derecho no se amedrenta, no transige, no es ineficaz. Frente a los grandes desafíos cobra toda su dimensión regeneradora, sanadora.

Hay mucho por pensar y crear. Retomando la metáfora de los jardines, se puede actuar sobre las causas y no sobre los efectos. Si esta plaga no tuviera cómo alimentarse, se destruiría y migraría a ambientes más propicios.

La facilidad para lavar dinero es un incentivo clave de radicación narco en un país. Empero, hay lógicas fronteras institucionales que son disfuncionales frente a este flagelo. Por ejemplo, la UIF, Unidad de Información Financiera, del Ministerio de Economía, no puede compartir su información con la AFI, Agencia Federal de Inteligencia, dependiente de Presidencia.

Pasa entre muchos organismos. El resultado es que ninguno puede integrar y analizar la información sobre el narco, sus estrategias, vínculos internacionales y tantos datos más, hoy dispersos entre Gendarmería, Aduana, policías federales, provinciales y municipales, la AFI, la UIF, los ministerios de Interior, Seguridad, Relaciones Internacionales, la Dirección de Puertos y de Aeropuertos. Cada uno entrevé apenas una faceta del mundo narco. ¿Quién se beneficia con esta información segmentada y no compartida? Los mandamases de cada grupo narco, que se cuelan por las brechas del sistema.

Pero tenemos una Iusperanza, ya vigente en otros países: dilucidar las aristas y pliegues del sistema narco creando una Agencia independiente de las demás fuerzas o direcciones, con directivos y miembros especialistas o académicos reconocidos en seguridad, ciberseguridad, sociología del delito, finanzas internacionales, economía del crimen organizado, derecho penal y económico.

Este organismo podría analizar toda la información sobre los narcos, estudiar sus estrategias, desenmascarar sus testaferros y prever sus jugadas. Brindaría inteligencia para tomar la delantera, extirpar sus intereses, cortar su financiación, secar sus inversiones, sus bienes y activos. Sería un inicio eficaz.

Podemos soñar esperanzados con extirpar esta plaga y sus cómplices, para que nuestro país vuelva a ser un vergel para los jardineros que honestamente cultivan flores de buen aroma, que llenan la vida de alegría.¨